Consagración
¡Señor de los Milagros! Porque te amo, he venido a visitarte para alabarte, para bendecirte, para darte gracias por tantos favores como me has concedido.
¡Señor de los Milagros! Porque te amo, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido y con los cuales te he crucificado de nuevo en mi corazón; yo te prometo comenzar desde hoy una vida nueva.
¡Señor de los Milagros! Porque te amo, quiero amarte también presente en cada uno de mis hermanos.
¡Señor de los Milagros! Porque te amo, he venido a suplicarte como leproso del Evangelio: Señor, si quieres puedes curarme. Cúrame, Señor, de la enfermedad del pecado y de las demás enfermedades que me hacen sufrir.
¡Señor de los Milagros! Porque te amo, yo me consagro a tu servicio con mi familia, con mis seres queridos, con mis trabajos, mis estudios, mis problemas y mis alegrías.
¡Señor de los Milagros! Porque te amo, yo quiero vivir siempre contigo durante la vida, para vivir siempre contigo en el cielo.
¡Oh María, Madre del Perpetuo Socorro! Presenta tú misma esta consagración a tu divino hijo.
Amén.